Sobre la apoptosis de Mercury Rev

Seguramente 1995 haya sido el mejor año de mi vida. No es que tenga un ataque de autobiografía, pero tiene que ver con aclarar cierto sesgo que puede haber en lo que viene a continuación.

Una ida por las ramas, desde el vamos: 1995 es el año de la reeelección de Menem. Politicamente un año de mierda. Un año en donde había que elegir entre Menem y Bordón (!!). Pero sin embargo, repito, fue el mejor año de mi vida. Existe vida mas allá de la coyuntura política. Excepto, claro está que uno sea un perseguidor de coyunturas para vivir de becas. Hay muchísimos de esos. Muchas almas "subiendose al caballo por la izquierda y bajandose por la derecha". Lo mas triste es que son de nuestras generaciones. Uno cuando es mas chico vive con la ilusión de que la generación a la que pertence es mejor. Y cuando se está a punto de cumplir 32 años, la realidad indica que hay garcas que escuchan a la Velvet. Y son iguales o peores que los de antes.

[fin de perdida de idea directriz. Continua el posteo]

Decía que 1995 fue el mejor año de mi vida (no el unico bueno, en el fondo soy una persona optimista). Mercury Rev sacó ese año su mejor disco, See you on the Other Side (ya saben). El disco comienza con un piano minimalista y un ruido. A partir de ahí se van tejiendo siete minutos y pico de una trama tridimensional que crece y explota. La gran diferencia es que es un minimalismo pop. esto es, neurótico. No el minimalismo psicópata frío de los abstractos recomendaba la EEMM. Una característica del Mercury Rev de ese año es la simultaneidad. Pasan muchas cosas al mismo tiempo. Y todo, en conjunto, es otra nueva cosa.

Diez años mas tarde (hey, Hunter, terminé haciendo un posteo de nostalgia 10 años despues!), Mercury Rev sigue sacando discos. Ya sin arte, ya sin simultaneidad. Todo es de un planicie lineal AOR que agota por aburrimiento.

¿Cual es la diferencia? ¿Está en la música o está en mí?