Voy a derivar "todo lo que es" libros y mundo editorial a la sucursal Lunes Felices Libros por una cuestión de que quede prolijo el archivo (no le importa a nadie) y para romper un poco las bolas.
(me mata el retraso de diseño de blogger, es genial)
Saturday, May 17, 2014
Thursday, May 15, 2014
La espada, la pluma, la palabra, la sangre, los francesitos buenos, los gauchos malos
El Dios que maneja mi vida de lector, hizo click en mí y me arrastró hasta la copia de Facundo que descansaba en la parte "argentina" de mi biblioteca.
Lo agarré como quien finalmente se decide a pagar la primera cuota de una moratoria. Casi lo dejo al segundo capítulo, harto de las promesas por lo que vendría y las descripciones geográficas, pero después apareció el odio y me lo leí enterito.
Ya sé que no está bien visto descontextualizar el momento en que fue escrito, así que voy directamente a los efectos del contacto del futuro (hoy) contra el pasado (Facundo) en 10 frases que dije o pensé a lo largo de la lectura. Sería como esas versiones que vienen en los DVDs y nadie mira, donde el director comenta su propia película.
Lo agarré como quien finalmente se decide a pagar la primera cuota de una moratoria. Casi lo dejo al segundo capítulo, harto de las promesas por lo que vendría y las descripciones geográficas, pero después apareció el odio y me lo leí enterito.
Ya sé que no está bien visto descontextualizar el momento en que fue escrito, así que voy directamente a los efectos del contacto del futuro (hoy) contra el pasado (Facundo) en 10 frases que dije o pensé a lo largo de la lectura. Sería como esas versiones que vienen en los DVDs y nadie mira, donde el director comenta su propia película.
- Ah, claro! Ahora entiendo cómo es que en 1810 abrazábamos la ilustración y 30 años después se cortaban cabezas para exhibirlas en las plazas.
- Pobre Domingo, cómo se comió el verso de los franceses ilustrados.
- Esta parte parece un blog del 2003.
- Al final para los bárbaros la violencia es su esencia pero para los civilizados una herramienta.
- La bandera de Francia es Azul, Blanca y Punzó, Sarmiento, cortala con el temita del rojo.
- La industria de los gusanos de seda de San Luis, un proyecto muy Rodriguez Saá
- La descripción de la dialéctica barbarie/civilización está buena. Erra al intentar anclarla con nombres, porque después el propio Sarmiento le corta la cabeza a Peñaloza o insta a matar a todos los indios (incluso niños) usando el argumento de los "salvajes" que tanto le molesta de Rosas. Mueran los salvajes unitarios / mueran los salvajes. Es lo mismo.
- Cuánto cuatro de copas que terminó teniendo una calle con su nombre!
- Los golpes bajos de las "anécdotas" que "no quiere contar pero no le queda mas remedio" son insufribles.
- Al final tuvo su premio: el billete de $50 contra el de $20 del Restaurador de las Leyes.
Sunday, May 04, 2014
Leales a la destrucción
Que el canadiense Destroyer haya hecho un EP con canciones de Sr. Chinarro en español no es suficiente para el Dios de la Cita. Acá tenemos a Los Leales, héroes de la cumba santafesina, haciendo un cover de Jose Luis Perales, héroe de la canción melódica para colectiveros de antes, sonando con idénticos comienzos.
"A Del Montón, quiero cambiarlo un poco, hacerlo más tipo Los Leales" - se ve que dijo el hipster canadiense.
Saturday, May 03, 2014
Entrenamiento moral para nuevas generaciones. Acerca de Telegraph Ave (Michael Chabon, 2012)
1. Records
El record personal de Chabon conmigo no está definido. Hasta ahora tiene 1 ganada (Las asombrosas aventuras de Kavallier y Clay), una empatada (Jovenes hombres lobos) y una perdida (El sindicato de policia Yddish).
2. Soul Chabon
Una historia alrededor de una disquería de vinilos 20 años después de Alta Fidelidad. Qué se yo. La novela de Hornby tiene uno de los mejores comienzos que leí, con ese ranking rencoroso de ex novias. Acá la cosa arranca más parecida a la versión cinematográfica. Las referencias musicales son souleras (como en la de Hornby), alguna cosas de hip hop de costa oeste y un relleno de jazz. Pero, no sé cómo decirlo, como la discoteca de alguien que se metió en una lista de "discos indispensables" o algo así. Se nota la falta de arraigo en la música que se menciona, está enferma de Berkeley. Salvo (y es una gran salvedad), el chiste del machiato y los saxofonistas blancos. Ése es bueno.
3. "Pero no es una hisoria de música!"
Sí, es verdad, es la historia de las relaciones complicadas de los socios de la disquería, su ascendencia y su descendencia. La intensidad lograda no es muy buena que digamos. Los personajes sangran ketchup.
4. ¿Y qué es todo ese homenaje a Kill Bill?
Por un lado, Chabon pone la lista de referencias de donde Tarantino robó cada fotograma de Kill Bill como quien descubre la pólvora. Después construye su propia versión de Kill Bill. ¿Era necesario? Dale, Chabón.
5. Rulos
A pesar de los cuatro puntos anteriores, la novela avanza a un paso rápido pero no audaz, hasta que a Chabon se le acaban las ideas. O sea, se le acaba la idea del intertexto pop. Cuando vuelve a citar a Kill Bill por decimocuarta vez, ya la novela es un loop, pero de los loop que matan, más cerca de los tittulares de los canales de noticias cada media hora, que de los minimalistas que construyen con la repetición.
6. ¿Y qué hace un escritor norteamericano que nació en el 63 (como Fito Paez) cuando ya escribió mucho, ya no es la nueva promesa, y no participa para la Gran Novela Americana? Se vuelve moral. En el momento en que se acaban las referencias, que ya usó todo el material de la investigación y surge la verdadera voz del escritor, lo que Chabon ofrece es un final moral que ni Coelho, mirá.
El record personal de Chabon conmigo no está definido. Hasta ahora tiene 1 ganada (Las asombrosas aventuras de Kavallier y Clay), una empatada (Jovenes hombres lobos) y una perdida (El sindicato de policia Yddish).
2. Soul Chabon
Una historia alrededor de una disquería de vinilos 20 años después de Alta Fidelidad. Qué se yo. La novela de Hornby tiene uno de los mejores comienzos que leí, con ese ranking rencoroso de ex novias. Acá la cosa arranca más parecida a la versión cinematográfica. Las referencias musicales son souleras (como en la de Hornby), alguna cosas de hip hop de costa oeste y un relleno de jazz. Pero, no sé cómo decirlo, como la discoteca de alguien que se metió en una lista de "discos indispensables" o algo así. Se nota la falta de arraigo en la música que se menciona, está enferma de Berkeley. Salvo (y es una gran salvedad), el chiste del machiato y los saxofonistas blancos. Ése es bueno.
3. "Pero no es una hisoria de música!"
Sí, es verdad, es la historia de las relaciones complicadas de los socios de la disquería, su ascendencia y su descendencia. La intensidad lograda no es muy buena que digamos. Los personajes sangran ketchup.
4. ¿Y qué es todo ese homenaje a Kill Bill?
Por un lado, Chabon pone la lista de referencias de donde Tarantino robó cada fotograma de Kill Bill como quien descubre la pólvora. Después construye su propia versión de Kill Bill. ¿Era necesario? Dale, Chabón.
5. Rulos
A pesar de los cuatro puntos anteriores, la novela avanza a un paso rápido pero no audaz, hasta que a Chabon se le acaban las ideas. O sea, se le acaba la idea del intertexto pop. Cuando vuelve a citar a Kill Bill por decimocuarta vez, ya la novela es un loop, pero de los loop que matan, más cerca de los tittulares de los canales de noticias cada media hora, que de los minimalistas que construyen con la repetición.
6. ¿Y qué hace un escritor norteamericano que nació en el 63 (como Fito Paez) cuando ya escribió mucho, ya no es la nueva promesa, y no participa para la Gran Novela Americana? Se vuelve moral. En el momento en que se acaban las referencias, que ya usó todo el material de la investigación y surge la verdadera voz del escritor, lo que Chabon ofrece es un final moral que ni Coelho, mirá.
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