Thursday, February 24, 2005
Primal Scream
El multiconsultorio es todo blanco. Cada uno de los cuartos da a la calle, menos el de radiologo.
Hay tres, a veces cuatro y hasta cinco empleadas para tomar turnos. Siempre se espera. Se puede llegar media hora antes o media hora despues o puntual, y siempre se espera. Me llaman por el sistema de audio pastoso, que queda atrás de la pared de sonido del canal 26 y una radio latinamainstream.
La ayudante del cirujano dental se da cuenta de algo. "Ya le explicó docotor?". El cirujano dental la mira como diciéndole "de qué me hablás?". La chica regordeta-maternal me dice "ahora te van a anestesiar y no vas a sentir ningun dolor. Si sentis algo, no hagas ningun movimiento brusco, vos levantas la mano de mi lado y yo le digo que pare y nos contás qué pasa". Parpadeo (es un "entendí"; ya tengo un espejo y un tubo que aspira en la boca). El Cirujano dental se da vuelta buscando un barbijo y veo que tiene una cicatriz inmensa que recorre la parte de atrás de su cabeza como un meridiano. Me quedo pensando qué le habrá pasado. Los pinchazos de la anestesia apenas molesta, a pesar de que la aguja y los cartuchos parecen terribles.
Comienza la extracción. La ayudante agrega una nota al pie " vas a sentir un montón de ruidos, de movimeintos , de fuerza, vos no te preocupes , eso es normal".
Me liman la muela. Veo saltar pedacitos de diente entre mis ojos y la dicroica que me está asando. Siento que hacen palanca. Que se quedan callados. Que se hacen señas. Me doy cuenta que antes de empezar la ayudante dijo "está un poquito nervioso". Me atornillan la muela , que está partida, con una especie de sacabocado. Hacen fuerza para sacarla, quieren descorcharme vivo. Viene una pinza. La pinza se fija pero la muela se rompe mas. El cirujano no putea porque todo ese blanco y esas prepagas lo deben intimidar. Me transmite mentalemnte la puteada que piensa. Vuelve la palanca, vuelve el sacabocado. Hace mucha fuerza. Pienso que puede llegar a rompermer el maxilar inferior. Pienso que a lo mejor estan sacando todos los dientes de alrededor para hacer mas espacio y trabajar mas cómodos. Mejor dejo de pensar.
Por fin, un pedazo de raiz, empapada de rojo, salta como sin gas. "Hay que llamar a limpieza", dice el cirujano. La ayudante , mas relajada cuenta de un chico que fue a atenderse con una remera celeste. "Le quedó de San Lorenzo" dice el Cirujano.
Me cosen dos puntos. Se ponen agua oxigenada en las minimas manchas de sangre que tienen en sus antebrazos. Me dicen que coma helado, mucho liquido frio. Que no tome mate. Me dan un papelito con instrucciones post extracción.
Me saludan sin ganas.
Al llegar a casa abro el libro de Coetzee esperando que el antiinflamatorio actue de una vez y leo:
"De los muchos tios que tiene por parte de su padre (contando ocho carnales y ocho politicos), al que ella admira mas es a Joubert Olivier, que ha instalado un generador eléctrico en Skipperskloof e incluso ha aprendido odontologia por su cuenta. (En una de sus visitas a la granja , a él le da dolor de muelas. El tío Joubert lo sienta en una silla bajo un árbol y, sin anestesia, perfora el agujero y lo llena de gutapercha. Nunca antes en la vida había sufrido un dolor tan intenso)."
La globalización existió siempre.
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