1. Me pasaron un montón de películas estilo Funny Ha Ha (mil gracias, Pablo). Ví por orden aleatorio, Dance Party,USA.
Primero debería decir que Funny Ha Ha es genial. No porque se parezca a Cassavetes (parecerse a alguien no es de por sí un valor), sino porque son de esas películas que entran en una lógica distinta. Me despierta una zona, entre esencia y nostálgia, que se despabiló con las primeras novelas de Coupland, en la edad de la inocencia post adolescente.
Un amigo insiste en que la chica de Funny Ha Ha es la mas inteligente de todas las chicas posibles. No lo dice tan así, pero quiere decir eso. No sé si estoy de acuerdo, pero no sé si quiero no estarlo.
En Dance Party, USA hay otra chica inteligente. Lo curioso es que las inteligencias funcionan como una red. No aparecen diálogos llenos de "chispa" (casi que lo contrario). No aparecen buenos y malos. Las cosas toman su valor en la fuga entre dos formas. O sea, alejándose del sentido.
2. Después ví Millennium Mambo porque me la recomendó Naza en medio de Compass el otro día, mientras veíamos a Juan Stewart. Creo que me dijo que era medio bolichera, elogió la música y que era la película menos para abajo de Hsiao Hsien. No voy a jugar a estar o no de acuerdo con ese trípode conceptual. La pelicula me gustó mas por el lado del psicoanalisis, lo que es un gift y una curse ;). El mejor detalle es el cambio de posición de la protagonista: de la queja autosuficiente cuando está con el chino "complicado" a marcar la falta cuando es recibida por el chino "protector" (falta picante, faltan cigarrillos light). La histeria.
3. Después de eso, se me ocurrió ver el Documental sobre Scott Walker, y me pasé el Domingo con Scott 3 en la cabeza y pensando que está bueno que SW haya podido sobrevivirse todos estos años.
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