Ruidos
1. En un mundo sobrepasado por la repetición, lo que vale es el selecter. Hay un lugar que muchos conocemos donde uno encuentra en su archivo, un show de Travesti haciendo arte. Ni "tocando para pegarla", ni "presentando su nuevo trabajo". Simplemente arte. Yo estuve ahí cuando lo hiceron en vivo. Y volví diez veces. Volví en la calle. Volví entrando al hospital. Volví un día de lluvia en mi casa. La música estuvo en el aire. Estuvo en los bytes. Está otra vez en el aire. Vuelve al byte.
2. Hay gente que no ve la música como arte (no es novedad). Ni siquiera hay riesgo de que puedan ser artistas pese a ellos. No es importante. Hay gente que dice tener una "carrera" pero no pueden moverse. Gente con "manager" sin nada que gerenciar. Gente con "representante" en un desierto de representación. Gente que cree que la musica es dinero. Cada acorde es un potencial peso. Potencialidades que quedan, por supuesto, en la pobreza.
3. En el 2001, Jacques Attali vuelve a hablar de música y economía (lo hizo en el '77 en Bruits: essai sur l'economie politique de la musique). Desarrolla una visión super interesante partiendo de la base que la música es información. Esto yo lo leí hace unos años bajado de Planeta X y además se lo escuché decir a Melero muchas veces. Una de las ideas que desarrolla Attali es que si la musica es información, el valor no está en el acopio y la escasez, sino en la distribución y la abundancia. Es una visión demasiado obvia e inteligente como para que sea entendida por gente que cree en "el producto" musical.
4. El texto del 2001 pueden leerlo acá (vale la pena)
5. Attali dice además que vamos rumbo al disfrute de la música desde la composición. Que es ahí, el único lugar que quedará fuera de "mercado", "managers", "arte como trabajo", etc. En el 2001 sin saber esto, empezamos con Ventolin Records. Era el disfrute de la composición y el compartir sin nada a cambio, como quien comparte una charla, o un regalo. Aún hoy hay gente que manda mails preguntando "Cuánto salen los discos". Aún hoy hay managers que ven un producto ahí donde hay información. Y se autoinvocan una noche, cortando el flujo de bytes, fantaseando que es una hemorragia de billetes. Y se quedan con sus "carreras" fijas. Con sus cambios de estilo atrás del "mercado". Reteniendo la información, perdiendo valor. Y es muy dificil perder valor cuando apenas se lo tiene. Porque la nada tiene un valor genial, en cambio la mediocridad no. Y da vergüenza ajena.
[Algunas frases crípticas de este posteo son a propósito para preservar del chusmerío algo que lo trasciende, otras son producto de mi torpeza habitual]
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