Ya todos saben lo del tema de Tame Impala que suena igual a un tema de Pablito Ruiz. Si no, acá está el video:
No es la primera vez que pasa esto, ahí está Coldplay con Satriani o la tapa de Palito Ortega, por decir el último que me acuerdo.
En mis épocas de adolescente contracultural, me acuerdo que estaba orgulloso de haber descubierto que la melodía de Lady Godiva's Operation, uno de mis tres temas preferidos de la Velvet (*), tenía una similitud curiosa con Señora de J M Serrat. Las ventajas de ser hijo de progres: informacioón es poder.
Ahora, claro, uno puede pensar que todo esto es fruto de la casualidad o es una conducta delictiva de plagio. No me lo veo a Serrat en la Factory, tratando de ver qué melodía afanar, es obvio que es una casualidad que se potencia con la simpleza del pop y lo limitado de los formatos. En otras palabras, lo que hace potente al pop, su simpleza y contundencia, es lo que genera estos momentos bizarros, en el mejor sentido de la palabra.
En el caso de Tame Impala, debo decir que me encanta que un puñado de hipsters hechos del barro de pitchfork, terminen ensuciados con Pablito Ruiz. Porque hoy, en la era de la hiperconexión, la idiocracia y la indignación, es obvio que la balanza se va a volcar para el lado del plagio y no de la casualidad.
Pero hay algo más ¿Qué condiciones se dan para hacer una canción? Es ahí lo que me parece intersante de todo este asunto. Me imagino a uno de Tame Impala llegando al ensayo, depués de perder dos horas mirándose al espejo para ver qué remerita combina con sus panatalones y su bigote y decir "tengo un tema nuevo". Agarra la guitarra y se pone a tocar un tema de Pablito Ruiz.
La red de significantes hipster-pitchfork-australianos no lo rechaza, sino todo lo contrario: les parece lo suficientemente bueno como para arreglarlo, grabarlo, editarlo y sacarlo de single.
Treinta años después, una obra (vamos a exagerar llamándola así), se expresa en los mismos signos fenotípicos, desde otro lado. Jung salta en una pata. Es una casualidad, pero no. Lo interesante (y brutal, y decepcionante) es que los arquetipos sean tan malos. Como si de golpe, Stephen Merritt diga "anoche compuse esto: ' take your hand off, Tony' en vez de 'has sido abducido...'".
"Tengo uno de Jazzy Mel para el próximo disco"
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(*) Mis otros dos son All Tomorrows Parties y Black Angel's Death song
Voy a derivar "todo lo que es" libros y mundo editorial a la sucursal Lunes Felices Libros por una cuestión de que quede prolijo el archivo (no le importa a nadie) y para romper un poco las bolas.
(me mata el retraso de diseño de blogger, es genial)
El Dios que maneja mi vida de lector, hizo click en mí y me arrastró hasta la copia de Facundo que descansaba en la parte "argentina" de mi biblioteca.
Lo agarré como quien finalmente se decide a pagar la primera cuota de una moratoria. Casi lo dejo al segundo capítulo, harto de las promesas por lo que vendría y las descripciones geográficas, pero después apareció el odio y me lo leí enterito.
Ya sé que no está bien visto descontextualizar el momento en que fue escrito, así que voy directamente a los efectos del contacto del futuro (hoy) contra el pasado (Facundo) en 10 frases que dije o pensé a lo largo de la lectura. Sería como esas versiones que vienen en los DVDs y nadie mira, donde el director comenta su propia película.
Ah, claro! Ahora entiendo cómo es que en 1810 abrazábamos la ilustración y 30 años después se cortaban cabezas para exhibirlas en las plazas.
Pobre Domingo, cómo se comió el verso de los franceses ilustrados.
Esta parte parece un blog del 2003.
Al final para los bárbaros la violencia es su esencia pero para los civilizados una herramienta.
La bandera de Francia es Azul, Blanca y Punzó, Sarmiento, cortala con el temita del rojo.
La industria de los gusanos de seda de San Luis, un proyecto muy Rodriguez Saá
La descripción de la dialéctica barbarie/civilización está buena. Erra al intentar anclarla con nombres, porque después el propio Sarmiento le corta la cabeza a Peñaloza o insta a matar a todos los indios (incluso niños) usando el argumento de los "salvajes" que tanto le molesta de Rosas. Mueran los salvajes unitarios / mueran los salvajes. Es lo mismo.
Cuánto cuatro de copas que terminó teniendo una calle con su nombre!
Los golpes bajos de las "anécdotas" que "no quiere contar pero no le queda mas remedio" son insufribles.
Al final tuvo su premio: el billete de $50 contra el de $20 del Restaurador de las Leyes.
Que el canadiense Destroyer haya hecho un EP con canciones de Sr. Chinarro en español no es suficiente para el Dios de la Cita. Acá tenemos a Los Leales, héroes de la cumba santafesina, haciendo un cover de Jose Luis Perales, héroe de la canción melódica para colectiveros de antes, sonando con idénticos comienzos.
"A Del Montón, quiero cambiarlo un poco, hacerlo más tipo Los Leales" - se ve que dijo el hipster canadiense.
1. Records
El record personal de Chabon conmigo no está definido. Hasta ahora tiene 1 ganada (Las asombrosas aventuras de Kavallier y Clay), una empatada (Jovenes hombres lobos) y una perdida (El sindicato de policia Yddish).
2. Soul Chabon
Una historia alrededor de una disquería de vinilos 20 años después de Alta Fidelidad. Qué se yo. La novela de Hornby tiene uno de los mejores comienzos que leí, con ese ranking rencoroso de ex novias. Acá la cosa arranca más parecida a la versión cinematográfica. Las referencias musicales son souleras (como en la de Hornby), alguna cosas de hip hop de costa oeste y un relleno de jazz. Pero, no sé cómo decirlo, como la discoteca de alguien que se metió en una lista de "discos indispensables" o algo así. Se nota la falta de arraigo en la música que se menciona, está enferma de Berkeley. Salvo (y es una gran salvedad), el chiste del machiato y los saxofonistas blancos. Ése es bueno.
3. "Pero no es una hisoria de música!"
Sí, es verdad, es la historia de las relaciones complicadas de los socios de la disquería, su ascendencia y su descendencia. La intensidad lograda no es muy buena que digamos. Los personajes sangran ketchup.
4. ¿Y qué es todo ese homenaje a Kill Bill?
Por un lado, Chabon pone la lista de referencias de donde Tarantino robó cada fotograma de Kill Bill como quien descubre la pólvora. Después construye su propia versión de Kill Bill. ¿Era necesario? Dale, Chabón.
5. Rulos
A pesar de los cuatro puntos anteriores, la novela avanza a un paso rápido pero no audaz, hasta que a Chabon se le acaban las ideas. O sea, se le acaba la idea del intertexto pop. Cuando vuelve a citar a Kill Bill por decimocuarta vez, ya la novela es un loop, pero de los loop que matan, más cerca de los tittulares de los canales de noticias cada media hora, que de los minimalistas que construyen con la repetición.
6. ¿Y qué hace un escritor norteamericano que nació en el 63 (como Fito Paez) cuando ya escribió mucho, ya no es la nueva promesa, y no participa para la Gran Novela Americana? Se vuelve moral. En el momento en que se acaban las referencias, que ya usó todo el material de la investigación y surge la verdadera voz del escritor, lo que Chabon ofrece es un final moral que ni Coelho, mirá.
Acabo de terminar de leer Toque de Queda de Jesse Ball (La Bestia Equilátera, 2014). Es una novelita que pasa rápido pero te lastima. Como cuando te cortás con una hoja de papel. No te das cuenta y estás sangrando. Pero tampoco es grave. Duele, pero se pasa. Nadie recuerda una cicatriz hecha de cortes con hojas de papel.
Si fuera el editor, y tuviera que poner algo en la contratapa, sería escueto: está buena, leanlá. Por ahí eso no es suficiente; entonces diría : es un autor joven de nueva york que ve el mundo un poco mas oscuro que el hiper sobreeestimado superficial de Tao Lin. Pero por ahí no conviene que los lectores de Tao Lin se enojen, entonces se podrían poner algunos tags: padre y nena/ ambiente opresivo/ refugios/títeres.
En la realidad, la novela viene con un prólogo de Chitarroni que no leí. ¿Por qué debería leer lo que le parece la novela a otro, antes de enfrentar la primera oración? ¿Qué me va a aportar, su parecer? ¿La va a explicar? Somos grandes, podemos enfrentarnos a las obras sin intermediarios.
Termino de leer la novela, les contaba. Voy al prólogo a ver qué dice. Arranca con un epígrafe de una frase de Radiohead. Hago un gesto de "qué hambre, diosmío". Todo lo que Jesse Ball esquiva con arte en la novela, (entre otras cosas, caer en el lugar común del newyorker sensible y llorón), un prologuista de acá se lo impone. Porque la edición queda así: tapa, hoja en blanco, hoja con nombre, presentación formal, prólogo, frase de radiohead. Frase de Radiohead de Karma Police (no podía ser de otro tema, obvio) y en inglés sin traducir. Porque "nosotros nos entendemos". Mas newyorkistas que newyorker.
En el primer párrafo del prólogo, Chitarroni nombra a : Shakespeare, Milton, Lautrémont, Borges, Ballard y Pynchon. Hasta ahí llegué, parece un tenedor libre de referencias.
Cambio: se va Chitarroni, entra Ball
¿Qué decir de la novela? Leanlá. ¿Por qué? porque no se parece ni a Shakespeare ni a Pynchon. Porque tiene un tono melancólico mucho más ineteresante que el del llanto de Thom Yorke. Porque formalmente es dinámica. Porque apunta a ser más literatura y menos blog. ¿Hay algún punto débil? Bueno sí, los títeres pertenecen a un universo sensible que no puede estar bien, pero acá sí.
En la contratapa se nombra a Kafka, Murakami y Miyazaki. Tirar por tirar, como si cuando uno se enfrenta a un autor nuevo tiene que sí o sí meterlo en alguna de las cajas preexistentes.
¿Qué decían las contratapas de Kafka? ¿"Una novela que transita por los caminos de Dickens"? Basta de metonimia, chicos; cerremos acá y arranquemos de cero.
Estoy escuchando por segunda vez el nuevo disco de los Faunos. Se llama Últimos Días del Tren Fantasma, una frase que curiosamente me mandó por whatsapp Fede de La Foca hace unas semanas, informando el cierre del tren fantasma del Parque Rodó (una certeza de que el mundo se vuelve cada vez más inhóspito).
Antes de escuchar el disco, dos amigos que ya lo tenían hablaban de los dos discos incluídos: el de Miguel y el del Gato. Uno mas bochatón, el otro más fauno de siempre. A mi me gustan los dos mundos, son complementarios, no rivales. Se necesitan el uno al otro.
El disco dura 26 minutos. El corte dura 1:36. Esa forma de entender el mundo es una de las mil cosas que me gustan de los faunos.
Respuestas a preguntas que seguro se formularo o se formularán
Ya escucho lo primero que van a decir los clásicos: "desafina". Y lo segundo "¿hasta cuando dura el chiste del indie?".
1) La voz del Gato no afina con el standard del rock reaccionario, más preocupado por que las condiciones no cambien. Por eso afina tan bien en mi marco estético. Tampoco afinaba Malkmus (aunque sí Pollard). La imperfección es el valor cuando llegamos al punto en que las formas ya no innovan, ya no dicen.
2) El indie ya no existe como lo pensábamos en los 90. La mayoría de lo indie de hoy es una sucursal chiquita de lo establecido. Son Carrefour Markets del hipermercado Pitchfork (o peor: RS).
Pero hay otro indie, cuya estética surge de los cuerpos y no de las ropas, que siguen transmitiendo ese aspecto lúdico y vital de aquellos viejos Pavement, de la sensación de flotar acelerado de Guantes de Piel. Lo hacen de otra forma, no como una repetición (si quieren repetición, lean el final de este posteo).
***
El disco casi está por terminar. Tiene todo lo que esperaba y algunas cosas que me sorprendieron. Tiene esas letras geniales.
"El tiempo limita, el espacio es eterno" dice el Vagon Comedor, el lado B del single Cosas Caras Rotas, y eso sirve de puente a otro posteo encadenado.
La semana pasada mi hermano me pasa el link de una nota aburrida a Rosso en la revista NAN (que yo pensé que era la revista de La Nacion, porque ví la url lanan; y ese error terminó diciendo algo).
La nota es aburrida porque es la típica nota en donde un tipo que ha vivido más años (en círculo) le cuenta a jóvenes la posta de las cosas. Se vuelve aburrida porque los jóvenes no oponen ninguna resistencia al discurso. A mi generación le importa mucho tu opinión.
En la primera oración, se nombra a Miguel Abuelo. En la segunda a Pipo Lernoud. ¿Cómo seguir leyendo ese tono canal volver?
Pero seguí, salteando, porque quería llegar a lo que se estaba replicando en las redes. Dice Rosso "Estamos en una era de oro del rock nacional y no nos damos cuenta”. Y es algo que podría ser estimulante. Más que después acota que "los periodistas no estamos viviendo una época de oro". Bueno, tampoco es que la tuvieron alguna vez, Alfredo. Sólo el franchising de Reynolds de Schanton fue interesante, entre gacetilleros y enciplopedistas cursis. Pero bueno, ahí es donde presto atención al contexto de esa frase de la edad de oro. Decíamos en PinkMoon "no es que escuchó Niño Candelmo y dijo que estamos en la edad de oro, lo dijo después de nombrar a Los Espíritus" (sí, me autocito porque estoy de vuelta). Y Los Espíritus están en una sintonía estética con la vieja edad de oro del rock. No es una nueva era de oro, sino que resuenan en la misma sintonía estética e ideológica del rock que escuchaba el joven Rosso. Entonces, lo que parece la visión de alguien atento a las nuevas estéticas, a las nuevas formas, es en realidad alguien alabando al buen alumno, al que repite las fórmulas conocidas y que hacen que su lugar de enunciación se mantenga en un estatus que nadie quiere perder. Luca Prodan (el hombre, no el mito), ya advertía cómo en el rock argentino "se soban el lomo unos a otros". La ideología tres estrellitas y media. No es menor el punto donde Rosso habla mal del periodismo. Pero no sé si se refiere a sus congéneres o a las nuevas generaciones que amenazan con quedarse con el escritorio de la oficina del Estado Rock. No lo aclara mucho. Por otro lado, me pregunto si yo no soy Rosso pero con los 90s. Y me parece que no. Que más allá de los sonidos o la imagen, hay algo que se cuaja en una pequeña parte del indie de los 90s, pero que lo trasciende. No es la remera rayada, es apostar por otro discurso en un mundo donde lo más cómodo es repetir lo probado. Y eso está en otras artes (Computer Chess vs Hollywood, Pynchon vs Isabel Allende).
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Puse el disco de Los Espírtus porque aunque no lo crean a veces pienso si no es un prejuicio, si es que no lo escuché bien. Pero digan si esto de abajo no es escuchar a Los Piojos y junto a ellos a toda esa estética de rock muerto. A cementerio de wah wah, donde asoman lápidas con letras que van cómodas en el sentido cultural más común.
Esto no es una excepción. Está el festejo de las nuevas y viejas generaciones, juntos de la mano (obedientes como hijos que estudian la carrera del padre), frente a esa pieza de museo que es la colaboración Reyes del Falsete- Nebbia. Puro espíritu mandioca. Abuelitos jóvenes.
Marty decía (vuelve la autocita) algo así como que lo peor no es que Nebbia se acerca al universo de Los Reyes del Falsete, sino que LRF celebran el universo de Nebbia, del peor Nebbia, ése en donde su poder subjetivo es mancillado por el deber ser de la iglesia rockera reaccionaria.
Final
Viendo todo esto, ¿cómo no abrazar a los Faunos, que en este pueblo lleno de bandas tributos, y donde la falsa aristocracia que llenan los lugares piensan que son lo menos, siguen sacando discos como un eslabón mas de una cadena de resistencia estética y -ya a esta altura hay que decirlo- política?