Wednesday, December 08, 2004


El caballo rampante



Gracias al barullo del Ku Klux Klan criollo, que incluyen algunos genes de Opus Dei y bigotes abundantes, la retrospectiva de Leon Ferrari sigue viento en popa en el Cultureta.

En un contexto de "arte político" que sólo puede impactar a un converso con la inocencia de un bambi preadolescente, la obra de León sigue teniendo una fuerza superior.

Suele ocurrir que el toque "genial" de un artista radique en lograr un mensaje fuerte utilizando medios al alcance de todos. Es el poder de la idea por sobre la producción. Cualquiera que haya visto una muestra "política" de Doma (por poner un ejemplo al que Cippolini comparó con Duchamp -!!??-) se asombra, primero, por la cantidad de dinero invertido y luego por una idea ya oída de formas mas interesantes. Leon compra una jaula, dos pajaros (o una gallina), agarra una reproducción de La Ultima Cena y ya. Pum!

Y mas allá de la obra, escuchar a León es escuchar a Bertrand Russell
cuya colección de ensayos "Por qué no soy cristiano" es una lectura mas agradable que los berrinches "políiticos" habituales de los neuróticos culposos defensores de pobres e incapaces (que viven de una beca de Techint, o Rockefeller)

"Lo que deseo sostener es que toda fe hace daño. Podemos definir ‘fe’ como la firme creencia en algo de lo que no hay evidencia. Cuando existe evidencia, nadie habla de ‘fe’. No hablamos de tener fe en que dos y dos son cuatro o en que la tierra es redonda. Sólo hablamos de fe cuando deseamos sustituir la emoción por la evidencia"

No comments: