Wednesday, November 23, 2005

Efecto mariposa


Jornadas de Residentes de Psiquiatría de la Ciudad de Buenos Aires. Mañana del día mas caluroso de noviembre. Caras conocidas. Caras desconocidas. Caras que se parecen a alguien. Y una cara que parece traída, un poco modificada, del pasado mediano (early 90s).

"Hola , como estas?" (sospecho se ha olvidado mi nombre. yo recuerdo el de ella).
"Bien, vos?" (no le digo su nombre, sería jugar sucio)



Flashback: Mesa 8 de anatomía en la cátedra de Mascitti. 1993. Primera materia de la carrera.

"Acá; estoy de jefa en el Piñero. Me casé . Tuve una hija"
" nooo! ¿en serioooo?" (¿me habrá salido parecido a una expresión real?)


Flashback: grabación de cassette de 90. Lado A : el primero de la Velvet. Lado B: Zooropa. Devolución: "Está bueno el de U2".

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Está bien, la estrategia de poner en un mismo cassette, la Velvet y U2 fue obvia pero en ese momento sirvió como un test (por estos comportamientos y estrategias nerds es que Alta Fidelidad es una novela tan representativa, pese a Hornby).

Una fantasía que de vez en cuando sobrevuela las charlas con amigos es la de poder ver qué ha sido de la vida de quienes en un momento compartíamos tiempo y espacio y luego se esparcieron. A veces ocurren estas cosas, uno se entera de algunos caminos transitados. Y viene el tema de las decisiones y los futuros alternativos.

Finalmente, agradecí que no preguntara por mis cosas. Ella no parecía tener mucho interés. Y yo no tenía tanta certeza para contar.


Friday, November 18, 2005

10 razones por las que Sábado (de Ian McEwan) es una novela pésima


(Nota: si están leyendo la novela o tienen interés en hacerlo, no lean esto pues se enterarían del argumento)

1. Se ven los hilos, se ven los microfonos, se percibe el movimiento de la cámara: McEwan debe ser un tipo insoportable en la casa, me lo imagino ultra metódico, rígido, obstinado, necio, obsesivo compulsivo. Leí dos novelas de él. En las dos (e intuyo que en todas) había largos párrafos de graforrea de datos y léxico especializado puestos sólo para demostrar cierta "erudición". En Sábado el protagonista es un neurocirujano y es obvio que McEwan se pasó horas dentro de un quirófano, tomando notas y luego transcribiendo lo que vió. Supongo que buscaría escribir "real", pero, no sé si por errores de traducción o de percepción del propio autor, se deslizan muchos errores dentro de esta transcripción de la vida cotidiana, lo que hace que pierda sentido la intencionalidad de parecer real.

2. Aburrimiento: tanto lexico especializado, termina aburriendo, incluso a alguien que ya escuchó muchas veces en su vida la palabra "astrocitoma". Me imagino el embole de alguien a quien la neurocirugía, le interesa lo mismo que el último disco de Paul Simon.

3. Sexo: es muy difícil escribir bien sobre sexo. McEwan prepara toda la escena y luego hace como un fundido y va al día después. Lo que es mucho peor: demasiados párrafos para contar nada.

4. SIndrome Tarantino: hay un larguísimo partido de Squash donde uno ve la intención del autor (siempre se ve la intención del autor!) de que podamos "conocer" mas en profundidad el temperamento del protagonista en un contexto superficial. Lo que logra es que uno desarrolle adversión por un deporte que nunca practicó. Y por el protagonista. Y por el autor de la novela.

5. Lugar Común I : medicina: lo peor de la novela, lejos, son los lugares comunes en los que se mueve. El concepto del médico que pone McEwan en sus paginas es un engrudo victoriano-postmoderno insufrible. El medico todavia respira aun en un estatus moral superior, permitiéndose la lástima y la anestesia social, alternadamente.

6. Lugar Común II : McEwan, escritor burgues: la ideología burguesa clásica planea por toda la novela. Se les tiene lástima a los adictos, a los pobres, a los que piensan diferentes, a los extranjeros. La idea de una Europa moralmente superior, culta, sobrevalorizada, tiñe cada coma.

7. Lugar Común III : politica : hubo una buena intención de relativizar el contexto político del momento de escribir la novela (inmediatamente antes de la invasión a Irak, con miedo a que se produzcan atentados en Londres como respuesta ). Hay una marcha en contra de la "Guerra" que provoca reflexiones acerca de si ese "no" a la "guerra" es un "si" a Saddam. No se ve nada mas. No se profundiza sobre el papel de Europa como perrito faldero de Bush ni mucho menos como pais invasor.

8. Lugar Comun IV : musica: el hijo del neurocirujano toca la guitarra. Toca blues. Es un genio de su generación (todos son exitosos en la familia del protagonista). Pero ojo, es un blusero que desayuna jugo de frutas y come verduras, que va a "estudiar blues" con el "maestro Jack Bruce" (no podía creer estar leyendo eso), que una vez vió a Eric Clapton, que el abuelo llevó a ver a John Lee Hooker antes de que muriera. Que es virtuoso, y no tiene ni un puto CD de Fat Possum en su casa.

9. Lugar Comun V : poesía: el suegro del neurocirujano es un poeta conocido que vive en un castillo en Francia (una maquina de obviedades). Le enseña a la hija del protagonista el arte de "memorizar" literaratura. La chica, obviamente crece como un prodigio literario. Gana un premio prestigioso y tiene conciencia social. En una situación en donde están siendo amenzados con un cuchillo por un tipo "enfermo que no sabe lo que hace", que la obliga a desnudarse delante de todos y duda de violarla, el "delincuente" le dice que lea un poema. Ella le recita una poesía de esas que el abuelo le hacia memorizar y el bruto inadaptado social se emociona y desiste de la actitud hostil. Sí, en serio. Esto ocurre. Inocencia euroburguesa a pleno.

10. Fin del libro. Nada queda: al terminar la novela uno tiene la sensación que lo que leyó es el índice de una obra interesante, o el relato de alguien que dice "voy a escribir una novela asi y asá... todavía falta profundizar algunas cosas". Las situaciones y personajes que McEwan pone en juego, parecieran intersantes si una visión mas inteligente los hiciera funcionar. Por momentos , es tan mala, que uno supone que es todo una gran ironía. Pero no. Se puede decir que lo mejor de esta novela es que ha servido para valorizar Milenio Negro, el libro de Ballard que hasta esto era un "intento fallido" de novelar la situación europea en tiempos de amenaza terrorista.


(mil perdones a quien llegó a leer hasta acá. salió muuuy largo)

Thursday, November 10, 2005

Distinto que recién


El otro día fuí a un show de Baccarat después de mucho tiempo. No puedo recordar exactamente cuándo, pero creo que la ultima fue aquella del San Martín post corralito, la que me fuí antes que termine, emboladísimo, a escribir para la PinkMoon que el personaje se había comido a Pangaro.

Otros aires, otros tiempos. Ví los afiches, hablé con otra gente, y fuí.

De entrada, mala señal. Los teloneros eran unos exponentes típicos de la concurridísima avenida del lugar común calle talcahuano-academia-pub. Un grupo de vientos, bateria y bajo, preocupados por pasar (posar) al frente del escenario a hacer solos en un contexto de "funk gracioso". Usaron en un par de ocasiones la guitarra solo como relleno de cobertura. Ejercicio mental: verlos, pensar en Funkadelic o en Sly & the family stone y , por fín, encontrar la gracia a ese tiempo obligado a transcurrirlo en modo "espectador que llega temprano".

Baccarat comienza con un video de glamour decadente. Auto lujoso, copas. Embotellamiento. Piqueteros hostiles sacuden el auto.Terminan cantando, mansos, ante el poder de la música. Al límite.

Sale Pangaro con la chica de la izquierda (siempre fija) y otra nueva (para mí) a la derecha. Está la banda entera. Con partituras, claro.

El show recorre el disco nuevo, que viene con un librito de tapa dura lleno de textos que invitados, entre tema y tema, pasan a leer. Sergio ha recuperado la ironía, ha vuelto a tomar una posición de nihlismo, casi depresivo, para que el chiste del contraste vuelva a tener gracia.

Los puntos de contacto con la realidad no son una queja llana, en lenguaje televisivo, sino que han vuelto a tener el delicado proceso irónico de las mejores épocas.

La música. El disco.

Una tapa de carnaval (papelitos, matracas, mascaras), conteniendo una colección de canciones de género propias y ajenas (Come Prima). Riesgos técnicos de entrada: falsete en plan italia '60.

Las letras tienen un nivel de amargura como nunca. El contraste con la musica es mucho mas logrado. Como si Palito Ortega cantara "la infelicidad, ja ja bang!".

Pero este post no estaría online si no fuera que el disco trae uno de los temas del año: Autoyuda.

Es la canción que reitaliza al disco, el parámetro que da sentido (y fuerza semantica) a la ironía del resto. Es la marca de diferenciación.

Un Pangaro y un cello se encuentran con un otras cuerdas y un gong que, como un portal magico, abren a un beat epico de una belleza diferente, extraordinaria. Las velocidades se aceleran y detienen. Las armonías pasan de la luz a la niebla, del sol a la noche, y se van apoyando unas sobre otras para terminar en una luminosidad opaca, en un territorio sonoro-afectivo donde coexisten extasis y angustia.

"Ni la autoayuda ni el diván pudieron detener el constante parpadear, que me hace a mí, distinto de recién. Para lo cual tendría que encontrar, dentro de mí, el foco que perdí. Espero que me vuelva a iluminar por fin".


Es mas que el mash up de discos de boogaloo de los primeros discos. Mas que la parodia de casamiento. Sería muy optimista (inocente) de mi parte pensar que un disco paralelo de Pangaro sin parafernalia sería un discazo?




Saturday, November 05, 2005

Inundado de conexiones


No sé si es que que presto mas atención o qué, pero ultimamente universos que debería ser paralelos, se cruzan constantemente. Gente que conozco de sitios muy diferentes, resultan conocidas entre ellas de sitios y lugares lejanos. Dos personas desde lugares disímiles, eligen el mismo raro apócope para firmar sus mails. Escucho durante toda la semana un disco que hacía meses no escuchaba y me cruzo con el autor. Me recomiendan un libro, me olvido, pasan semanas y lo compro al mismo tiempo con otra persona que tambien habia escuchado la recomendación.

Y así.

Anteayer buscaba la fecha de síntesis del antipsicótico mas usado hasta el día de hoy, y, como no podía ser de otra manera, coincidía con mi cumpleaños.

Hay dos cosas:

1. El fantasma de la autorreferencia: típica estructura paranoide, donde uno tiene la sensación de que todo lo que ocurre en el universo "es por mí". No es eso lo que me ocurre, pero sí es un dato curioso ver que a veces las casualidades eligen una interesante forma de amontonarse. Me acuerdo, porque lo terminé hace poco y quedé impresionado, de VALIS, el mejor P.K. Dick que leí hasta el momento.

2. El fantasma del equilibrio: las cosas estan relacionadas en una cadena de causas y efectos hasta niveles insospechados de cotidianidad. Acá la referencia es a Trans-Atlantico, de Gombrowicz, tema de conversación/recomendación en el primer viaje a Tucuman con un amigo que ayer me dijo que terminó de leer la novela de Dick. Otro loop.