The last menemist

Glusberg se iría de Bellas Artes la semana que viene

Se termina de ir la década menemista. Por lo que se puede leer en las palabras de Di Tella, en la era Glusberg los artistas eran como los DT del Ascenso: si tenían un sponsor, exponían. Pero lo peor es que en realidad, Glusberg estaba en tongo con los sponsors, te pedía cierta guita para exponer, vos "conseguías el sponsor" que te permitía hacerlo (supuestamente esto te daría mas chances de vender un cuadro afuera). El sponsor decía "cómo no, cuanto quiere?" y se quedaba con un par de obras a cambio.

Además, está la denuncia del director del Museo de Luxemburgo (que en su tiempo libre preside el senado francés) sobre tres pasajes a Francia que pidió Jorgito a cambio de mandar un cuadro. Y está esa historia que nadie cree sobre la escultura de Rodin que "desapareció" en un ágape de estolas y que una de las amigas viejas pastilleras del futuro ex director hizo "aparecer" en manos de un mendigo. Y los sobreprecios de los catalogos. Y el tráfico de obras que no se sabrá hasta que alguien haga un inventario de lo no expuesto. Y quién sabe que otros chanchullos.