El medio no es el fin, fenomeno

El nuevo ruido mediático que empezó hace un tiempo y seguirá unos dias mas es " los alumnos son burros". No importan que sean los que quieren entrar a Medicina en La Plata . O los que estudian abogacía. O los que están en la secundaria. La cuestión es que "los chicos no saben nada". Y quién dice eso? Los presentadores de noticias. Los presentadores de noticias!. Santo Biasatti, el hijo de la presidenta honorable del Fan Club de Gilda, el José de Zer sin glamour, el que gana una bolsa de plata por poner carta de culo ("entonces es verdad").

Y los de Canal 9. El canal que entiende por "humor" enfocar un culo . El canal que entiende por periodismo a ese rosario de gusanos que están siempre (siempre!) cumpliendo el mantra fascista en camara.

Esos tipos dicen que los pibes no saben nada. Y cuando uno lee la noticia, resulta que a un tipo se le ocurrió hacer una evaluacion ANONIMA sobre cultura general. Y me viene a la cabeza de mis épocas de estudiantina y seguro que si me daban esas preguntas también contestaba que la Guerra Fría fue una batalla entre el Yeti y los Lobos Marinos.

Después, claro, es seguro que NADIE sabe nada. De qué hablan en Telenoche cuando no están haciendo lobby? Hablan de Alejandro Sanz o de cualquier otro "artista" por el que la compañía alquiló el espacio. Y qué hacen desde la tele estos tipos contra la "ignorancia"? Escuchan los "análisis" de Bonelli (que encima parece Brandoni).

El tema pasó volando por todos lados y a cada paso, un ganso decía "qué barbaridad".

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Relacionado con esto, hoy salió en pagina 12 la transcripción de un discurso que dió Sabato en una escuela. Ahí comete el error de concepto mas obvio detrás de todas estas campañas: creer que el acto de "leer" presupone algo maravilloso. Algo puro. Algo que "agranda el deseo" y "el horizonte". Pero resulta que si uno agarra cualquiera de los veinte libros mas vendidos, se topa con el mismo nivel de obviedad que en la tele. Novelas dignas de ser pasadas en Hallmark. Nuevos talentos en los que malgastar un crédito del INCAA en adaptarlos al cine . Autoayuda. Una monja que sublima y sublima en la cocina. La saga "para Principantes" (aka "subestimemos al soberano" / "cosas dificles explicadas con dibujitos pa' la gilada").

Claro, es cierto también que lo que se disfruta leyendo Vineland no lo disfrutas con nada de la tele. Ni de la radio. Ni de los diarios. Ni de los libros de Sabato.