Monday, April 29, 2002
[suicidio artístico] Eutanasia para Stephen Malkmus
Pasé grandes momentos escuchando a Pavement casi desde el comienzo de su carrera. En ese contexto de la explosión '94/'95 , la voz de Malkmus con esas guitarras libres y esas letras geniales , resaltaban entre Dinosauritos y zapallitos rotos. Y encima: el rechazo del contrato millonario de Madonna para llevarlos a Maverick, la remera de Stereolab de Stephen en los shows... incluso los covers de The Fall y echo and the Bunnymen en el ultimo EP antes de la separación... todo, todo estaba bien. Los ultimos discos no llegaba nia la mitad de lo que habia llegado Crooked rain, pero estaban bien.
El año pasado, ya empezaron los primeros síntomas sombríos: la tapa del disco solista era una foto de Stephen , las canciones no eran tan sutiles, habia muchas canciones de relleno en el disco...
Anoche, el diagnóstico se hizo evidente: por primera vez en Argentina, Stephen vino con su banda americana (en el peor sentido de la palabra americana- esto es, college sin ideas- ), y tocó muchos temas nuevos muy malos. Allí donde había punteos sutiles, ahora hay una Les Paul haciendo solos "maduros", allí donde había estructuras libres , ahora hay rigidos templates sacados del rock americano mas tradicional. Y en la segunda parte del show [que en realidad sonó a un (pésimo) ensayo para afinar esas horribles canciones y presentarlas lo mas decorosamente posible en el primer mundo], vimos en vivo y en directo su muerte artística . Una cadena de covers obvios e imbéciles de un chart de secundaria ( con hits REM, Oasis, Radiohead) y lo peor de la tradicion rockera-rolling stone : The rolling Stones y Beatles. Pero no Blackbird: Hey Jude!.
Fue el más patético pedido de disculpas al mainstream que vi en mi vida. Fué un banquete de comida masticada para los 50 festejantes sucriptores de imagenes sin contenido que vitoreaban adelante. Y fué todo eso en el mejor de los casos. Porque no creo que haya sido tan sarcástico como para hacerlo a propósito, pensando que por estas tierras no hay gente lo suficientemente despierta como para darse cuenta de que lo que ofrecía era un espectáculo (demasiado) lamentable.
Por eso, ante esta degeneración alcanzada tan rapidamente , es inevitable proponer la eutanasia artística para Stephen, o mejor dicho, lo que queda de él.
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