Friday, November 18, 2005

10 razones por las que Sábado (de Ian McEwan) es una novela pésima


(Nota: si están leyendo la novela o tienen interés en hacerlo, no lean esto pues se enterarían del argumento)

1. Se ven los hilos, se ven los microfonos, se percibe el movimiento de la cámara: McEwan debe ser un tipo insoportable en la casa, me lo imagino ultra metódico, rígido, obstinado, necio, obsesivo compulsivo. Leí dos novelas de él. En las dos (e intuyo que en todas) había largos párrafos de graforrea de datos y léxico especializado puestos sólo para demostrar cierta "erudición". En Sábado el protagonista es un neurocirujano y es obvio que McEwan se pasó horas dentro de un quirófano, tomando notas y luego transcribiendo lo que vió. Supongo que buscaría escribir "real", pero, no sé si por errores de traducción o de percepción del propio autor, se deslizan muchos errores dentro de esta transcripción de la vida cotidiana, lo que hace que pierda sentido la intencionalidad de parecer real.

2. Aburrimiento: tanto lexico especializado, termina aburriendo, incluso a alguien que ya escuchó muchas veces en su vida la palabra "astrocitoma". Me imagino el embole de alguien a quien la neurocirugía, le interesa lo mismo que el último disco de Paul Simon.

3. Sexo: es muy difícil escribir bien sobre sexo. McEwan prepara toda la escena y luego hace como un fundido y va al día después. Lo que es mucho peor: demasiados párrafos para contar nada.

4. SIndrome Tarantino: hay un larguísimo partido de Squash donde uno ve la intención del autor (siempre se ve la intención del autor!) de que podamos "conocer" mas en profundidad el temperamento del protagonista en un contexto superficial. Lo que logra es que uno desarrolle adversión por un deporte que nunca practicó. Y por el protagonista. Y por el autor de la novela.

5. Lugar Común I : medicina: lo peor de la novela, lejos, son los lugares comunes en los que se mueve. El concepto del médico que pone McEwan en sus paginas es un engrudo victoriano-postmoderno insufrible. El medico todavia respira aun en un estatus moral superior, permitiéndose la lástima y la anestesia social, alternadamente.

6. Lugar Común II : McEwan, escritor burgues: la ideología burguesa clásica planea por toda la novela. Se les tiene lástima a los adictos, a los pobres, a los que piensan diferentes, a los extranjeros. La idea de una Europa moralmente superior, culta, sobrevalorizada, tiñe cada coma.

7. Lugar Común III : politica : hubo una buena intención de relativizar el contexto político del momento de escribir la novela (inmediatamente antes de la invasión a Irak, con miedo a que se produzcan atentados en Londres como respuesta ). Hay una marcha en contra de la "Guerra" que provoca reflexiones acerca de si ese "no" a la "guerra" es un "si" a Saddam. No se ve nada mas. No se profundiza sobre el papel de Europa como perrito faldero de Bush ni mucho menos como pais invasor.

8. Lugar Comun IV : musica: el hijo del neurocirujano toca la guitarra. Toca blues. Es un genio de su generación (todos son exitosos en la familia del protagonista). Pero ojo, es un blusero que desayuna jugo de frutas y come verduras, que va a "estudiar blues" con el "maestro Jack Bruce" (no podía creer estar leyendo eso), que una vez vió a Eric Clapton, que el abuelo llevó a ver a John Lee Hooker antes de que muriera. Que es virtuoso, y no tiene ni un puto CD de Fat Possum en su casa.

9. Lugar Comun V : poesía: el suegro del neurocirujano es un poeta conocido que vive en un castillo en Francia (una maquina de obviedades). Le enseña a la hija del protagonista el arte de "memorizar" literaratura. La chica, obviamente crece como un prodigio literario. Gana un premio prestigioso y tiene conciencia social. En una situación en donde están siendo amenzados con un cuchillo por un tipo "enfermo que no sabe lo que hace", que la obliga a desnudarse delante de todos y duda de violarla, el "delincuente" le dice que lea un poema. Ella le recita una poesía de esas que el abuelo le hacia memorizar y el bruto inadaptado social se emociona y desiste de la actitud hostil. Sí, en serio. Esto ocurre. Inocencia euroburguesa a pleno.

10. Fin del libro. Nada queda: al terminar la novela uno tiene la sensación que lo que leyó es el índice de una obra interesante, o el relato de alguien que dice "voy a escribir una novela asi y asá... todavía falta profundizar algunas cosas". Las situaciones y personajes que McEwan pone en juego, parecieran intersantes si una visión mas inteligente los hiciera funcionar. Por momentos , es tan mala, que uno supone que es todo una gran ironía. Pero no. Se puede decir que lo mejor de esta novela es que ha servido para valorizar Milenio Negro, el libro de Ballard que hasta esto era un "intento fallido" de novelar la situación europea en tiempos de amenaza terrorista.


(mil perdones a quien llegó a leer hasta acá. salió muuuy largo)

5 comments:

Anonymous said...

Marcos: poco, muy poco serio lo suyo. Ya sé, que nunca lo fue, pero bue, no deja de llamar la insistencia sobre el desvario aguardentoso o rivotrílico, depende el caso, de su norte estético. La verdad que leer a McEwan y criticar a Elvis Costello.... Nada, "Periodismo puro" lo suyo. Igual lo aprecio. A tu post le doy...3 fresanes y medios.

mario said...

http://cajamusical.blogspot.com/

el sonido que hace una pagina al ser virada para llegar a la que sigue es la onceava razón que venía. saludos

Rubén Fernández Lisso said...

tengo un auténtico problema que nada tiene que ver con mcewan -aunque tengo una librería y el libro mucho no se vende, si estaba por encima de el zahir, fue el efecto lanzamiento que siempre se advierte en los ranking.
pero mi problema es que tengo un blog igual a este y no sé cómo mierda ponerle links y me pareció que acá tuviste que hacer un dibujillo computadoril para empotrarlo entre los post y los archivos.
¿cómo hiciste? auxilioooooooooooo
eltocomocho.blogspot.com

Rubén Fernández Lisso said...

ya resolví mi problema. gracias igual

Antonio Salinas García (Vedoque) said...

Razón no te falta en algunos argumentos, pero creo que se te olvida decir que Ian McEwan escribe bien. A ratos, hasta muy bien. La novela flojea en algunos tramos y sí, la ideología "burguesa" (que palabra tan antigua) resulta excesivamente presente (hábil juego de palabras). Por supuesto que llevas razón en que resulta demasiado bonita la situación familiar y en que no hay quien se trague el dichoso partido de squash. Pero a pesar de eso y de algunas cosas más que no me han gustado, el libro me ha resultado interesante. Me gusta leer libros con conclusiones políticas y sociales distintas de las mías, siempre que los análisis sean interesantes.